Pollo entero asado al horno

Ya tenía ganas de pasar esta receta al blog. Es una de esas que son fáciles de hacer y tienes pendientes de pasar y que no encuentras nunca el momento de hacerlo. Y ahora desde que Alana está en nuestras vidas, parece que encuentro todavía menos el momento de sentarme y contaros las novedades de las nuevas recetas de mi laboratorio.

Esta no es ninguna novedad, además es una de las recetas clásicas de nuestras familias, que nos recuerdan a nuestras madres, abuelas, ... en fin por lo menos a mi es una receta familiar que me rememora muy buenos recuerdos.  

Por cierto, como tenéis que atar el pollo con un cordel que esa uno que no sea con ningún tinte para que no coja color. Yo soy fan de las películas de Bridget Jones y haciendo una sopa ató unos puerro con un cordel azul y bueno... jajajaja le quedó una sopa de color monísimo. No me enrollo más y os cuento.

Ingredientes (4 raciones):

1 pollo entero limpio que pese aproximadamente un kilo y medio
2 cebollas medianas
1 limón
200 ml de vino blanco
una pastilla de caldo de pollo
pimienta negra
hierbas provenzales
sal
aceite
media cabeza de ajos

Preparación:

1.- Si vuestro carnicero no os ha dado el pollo limpio de las plumas que pueden quedar, este es el momento de hacerlo. Yo suelo quitarlas con el soplete para caramelizar el azúcar, salen enseguida. Otra manera, es poner coger un cuchillo e ir arrancándolas con cuidado para no quitar la piel. Una vez hecho esto, cogemos la pastilla de caldo y la restregamos por todo el pollo limpio por dentro y por fuera. Después en un bol ponemos un chorrito de aceite y añadimos a nuestro gusto la pimienta negra, las hierbas provenzales y la sal, para luego untar con esta mezcla también por dentro y por fuera. Luego introducimos el limón y la media cabeza de ajos, en el interior del pollo y atamos las patas con un hilo de algodón sin tintes, ya sabéis. Luego colocaremos el pollo en una bandeja de horno forrada con papel de hornear o lámina de silicona, que tendremos preparada con la cebolla cortada en juliana y que habremos salpimentado y rociado con aceite y el vino blanco. Lo dejaremos horneando a 190º arriba y abajo, aproximadamente durante una hora y media para que quede bien dorado y la piel bien crujiente. Como el tiempo depende de cada horno puede que la diferencia entre el vuestro y el mío esté en unos 10 ó 15 minutos. El punto de horneado lo ponéis vosotr@s.

  






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