Pastel trufado de huevos poché

Esta es un receta que he basado en la que hacía mi suegra. Esta delicia de pastel, necesita pocos ingredientes y es un plato muy completo para completar con una buena ensalada. Queda un menú genial. Como nos encanta la trufa, he pensado en darle un toque diferente al puré de patatas y ha quedado genial. 
Los huevos poché son los que se hacen en agua ligeramente hirviendo. Un truco genial para cocer huevos, tanto sean duros o poché, es echar un chorro de vinagre en el agua. En el caso de los huevos poché conseguiremos que la clara y la yema no se separen. En el caso de los huevos duros, conseguiremos pelarlos llevándonos toda la cáscara, dejando el huevo sin pellizcos y se queden con la superficie lisa.

La salsa de trufa es de Mercadona. Si queréis poner trocitos de trufa, los podéis encontrar en Lidl también y en Carrefour. Ahora que se ha puesto de moda en la cocina, hay más sitios donde se puede encontrar. Como fue una receta un poco improvisada, para hacer el puré de patatas utilice el que venden deshidratado del súper.

Ingredientes (para 4 personas):

8 huevos (2 por comensal)
50 gr. de salsa de trufa
una bolsa de puré de patatas deshidratado
leche (la que pida la marca de puré de patatas)
3 cucharadas soperas de tomate frito
150 gr. de bacon a tiras
queso rallado 4 quesos

Preparación:

1.- Empezaremos haciendo el puré de patatas. Leí las instrucciones del paquete y utilice los dos sobres que venían en la caja.
2.- Una vez hecho el puré de patatas, le añadiremos la salsa de trufa y con movimientos envolventes la integraremos con el puré. 


3.- En una bandeja honda para horno, ponemos una primera capa de puré de patatas trufada y encima las cucharadas de tomate frito y el bacon y tapamos con otra capa de puré. Reservamos.

 


4.- Precalentamos el horno a 180º y comenzamos a hacer los huevos poché, de la siguiente manera. 
5.- Lo primero es poner a calentar agua en un cazo. La cantidad de agua aconsejable es la que ocupe tres cuartos del cazo. Preparamos una taza, en la que iremos cascando los huevos que vayamos a poner en la receta. En el momento que el agua esté a punto de hervir dejamos caer el primer huevo con delicadeza. Lo cocinamos aproximadamente tres minutos. Lo retiramos con una espumadera y cuando estén bien escurrido, lo ponemos en la bandeja de horno que hemos reservado. Mientras el huevo esté haciéndose iremos preparando en la taza el siguiente y así seguiremos haciendo el proceso, hasta que tengamos todos los huevos en la bandeja de horno. En mi caso, los fui colocando de dos en dos, para no demorar mucho el proceso. Veréis que la clara queda cocida y la yema está en su punto. No busquéis que os queden perfectos, como un huevo frito puesto que la clara se desparramará por el agua. 

 

6.- Una vez que tengamos los huevos en la bandeja cubrimos con queso rallado y metemos al horno. Como el horno ya está caliente y la mayoría de los ingredientes ya están hecho, lo tendremos en el horno hasta que quede bien dorado el queso. Por eso dependiendo de vuestro horno el tiempo variará, pero creo que no será más de 10 ó 15 minutos.

 











 

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