Tortilla de patata con cebolla (sin thermomix)

Es el plato más representativo de la cocina española por excelencia, ya que se prepara de la misma manera, en todas sus versiones, en cualquier lugar de nuestro país. Así que, no podía faltar en este blog, que se basa mucho en las recetas tradicionales de nuestra geografía, y que a todos nos encanta, en cualquier ocasión.

En la Wikipedia, dice que la leyenda de su origen está en las guerras Carlistas y que el general Tomás de Zumalacárregui aprendió de un ama de casa que le dio cobijo. Así durante el sitio de Bilbao, inventó este plato sencillo, rápido y nutritivo con el que saciar las penurias de su ejército.

Dependiendo del lugar de España, que os encontréis, os lo servirán con muchos acompañamientos, pero he de reconocer que mi preferido es un bocata de tortilla con anchoas, ummmm,,,, que hambre.


Ingredientes:

2 patatas grandes (500 gr. aproximadamente)
media cebolla
un poco de sal
4 huevos
aceite de oliva (el suficiente para la cantidad de patata que pongamos, 100 gr. más o menos)

Preparación:

1.- Lavamos y pelamos bien las patatas. Las cortamos a rodajas finas y no muy grandes. 
2.- Lo mismo hacemos con la cebolla.
3.- En una sartén (antiadherente) calentamos el aceite y volcamos la patata. Al principio, tendremos unos minutos a fuego fuerte para que se rehoguen bien y luego bajaremos el fuego, para que se vayan cocinando. El punto idóneo de la patata, será el intermedio entre frita y cocida, para que no se quede cruda.
4.- Cuando bajemos el fuego de la patata, echamos la cebolla para que se haga con la patata, ya que, necesita menos tiempo para cocinarse.
5.- Mientras se fríen la patata y la cebolla, batimos en un bol los huevos y reservamos.
6.- Cuando la patata y la cebolla estén hechas, escurrimos el aceite sobrante, para que no quede aceitosa.
7.- Preparamos un plato o tapa, un poco más grande que el diámetro de la sartén, que nos ayude a darle la vuelta.
8.- Añadimos los huevos batidos y vamos dejando que cuajen junto a la patata y la cebolla, unos dos minutos.
9.- Para que el huevo cuaje por todos los lados, ponemos el plato o tapa, encima de la sartén y con un movimiento rápido, volcamos el contenido de la sartén sobre el plato. Luego volcamos ese mismo contenido, otra vez en la sartén, pero por la parte que en la que el huevo está crudo.
10.- Si nos gusta más jugosa, la volcaremos ya en el plato para que se enfríe y poder degustarla. Si no, repetiremos el paso 9, una vez más para que quede más cuajada.