Como observaréis estas vacaciones navideñas, me he dedicado a degustar ciertos manjares estupendos de la cocina castellana, que me he atrevido a hacer en casa.
Entre ellos está el cochinillo. Al contrario de lo que algunos penséis, no es una receta difícil, lo único que necesita es tiempo y paciencia, ya que, su horneado es fundamental. La preparación es muy sencilla y el resultado magnífico.
Cuando lo compremos en la carniceria, pediremos que nos lo preparen para asar y así nos lo darán ya limpio y abierto por la parte del medio desde la cabeza al rabito.
Yo lo hago acompañado con patatas fritas, con patatas de río pequeñas y cebollitas francesas. También se puede acompañar de un puré de patatas, de castañas, de tiras de calabacin en tempura, etc...
Ingredientes (de 4 a 6 personas):
un cochinillo cuyo peso esté entre 3,5 a 4 kg
100 gr. de manteca de cerdo (se puede sustituir por aceite)
3 dientes de ajo
un poco de romero
un poco de tomillo
sal
un vaso de agua
Preparación:
2.- Machacamos los ajos en un mortero.
3.- Deshacemos un poco la manteca de cerdo, para mezclarla con los ajos, el perejil, el romero y el tomillo. Lo mismo si hemos puesto aceite.
4.- Pinchamos un poco la piel del cochinillo para que no se abombe y quede más crujiente y lo ponemos sal a nuestro gusto.
5.- Untamos muy bien todas las partes del cochinillo con la mezcla que hemos hecho en el mortero y lo colocamos en una bandeja de horno por la parte de la piel hacia fuera.
6.- Metemos el cochinillo al horno, a media altura, y lo dejamos asándose, siempre regándolo con el agua y con la grasa que vaya soltando. No hay que dejar que se seque.
7.- Cada media hora le iremos damos la vuelta, observando siempre que no se nos quede seco.
8.- Lo tendremos de esta manera en el horno unas 2-3 horas. Si vieramos que la piel no se ha tostado lo suficiente, subiriamos unos 10 ó 20 grados la temperatura del horno (dependiendo de cada horno) hasta que se tueste.
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