Haciendo anchoas

Las anchoas son un imprescindible en casa. Junto con el salmón, son de los fijos en mi nevera. Por eso, es que me sale más a cuenta elaborarlo en casa que comprarlos. Eso no significa que no lo haga de vez en cuando, no creáis que soy tan purista jajajaja. Por eso, hago muy a menudo el salmón marinado y desde hace un tiempo también las anchoas.

Mi amiga Marta, fue la que me animó a hacerlas y desde entonces le he cogido el gustillo. Tened siempre en cuenta que el boquerón es el pescado más propenso a tener anisakis y por eso es conveniente congelarlo, para evitar cualquier peligro de intoxicación. En Mercadona, vi que venden sardina anchoada, así que os gusta el tipo de filete más grande, este mismo proceso lo podéis hacer con las sardinas.

Ingredientes:

500 gr. de boquerones frescos o congelados
500 gr. de sal gruesa
aceite de oliva virgen

Preparación:

1.- Si compramos boquerón fresco, lo primero que tenemos que hacer es limpiarlo bien, quitando la cabeza, la espina y las vísceras y lavarlo con abundante agua. Si el que compramos, ya está congelado, hacemos lo mismo pero con mucho cuidado para no romperlo.
2.- Una vez limpio, lo hacemos a filetes que iremos colocando en el recipiente dónde vayamos a ponerlo a macerar. En caso de que los boquerones sean frescos, iremos poniendo una capa de los filetes de boquerón y encima otra de sal y así sucesivamente, hasta que se acaben los filetes. Tapamos el recipiente y lo metemos en el congelador durante 48 horas, por lo que os decía del tema del anisakis.
3.- En el caso de que los boquerones sean congelados, una vez que los hallamos hecho a filetes, haremos el mismo proceso. Es decir, una capa de boquerón y otra de sal, y así hasta que se nos terminen, solo que ahora, los pondremos en la nevera, durante el mismo tiempo, para que vayan cogiendo la sal.
Este tiempo puede variar, si os gustan más salados o curados podéis dejarlos durante un día más.
4.- Una vez que ha pasado este tiempo los sacamos de la nevera o del congelador, y lo que hacemos es ponerlos bajo el agua, para quitar el exceso de sal.

5.- Con cuidado los secamos con un papel de cocina y los colocamos en otro recipiente donde los cubriremos con un buen chorretón de aceite.

Es conveniente una vez hechos, conservarlos en la nevera. Duran varios días, pero en mi casa, esta cantidad, no más de 4 días.

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