A veces da la impresión de que las yemas son más grandes, pero yo creo que no es así.
He leído mucho en recetarios y en la mayoría de ellos se hace referencia al huevo blanco para hacer tortillas y para la repostería. Y los morenos para el resto de recetas saladas.
Puede que fuera por la tradición o porque antes no en las granjas hubiera más gallinas blancas que morenas.
Hoy en día debe ser todo lo contrario, porque en la mayoría de los sitios se venden huevos morenos y los blancos se encuentran en los mercados de abastos tradicionales, aunque están en menor cantidad.