Esta receta tan fácil y sencilla me encantó. Queda muy bien y surgió de la improvisación. Tuve unos invitados inesperados y junto con un picoteo de mi fondo de nevera, fue la guinda de una velada veraniega estupenda.
Me gusta tener en la nevera este queso provolone que compro en Lidl, ya que da mucho juego y queda genial en muchas recetas. Si no tuvierais queso provolone, podéis ponerle cualquier queso semicurado que pueda fundirse con facilidad.
Ingredientes:
Para la masa quebrada:
150 gr. de harina
75 gr. de mantequilla en trozos, muy fría
una cucharadita de sal
50 gr. de agua
Relleno:
4 lonchas de jamón york
un queso provolone
aji molido para espolvorear
Preparación:
1.- Precalentamos el horno a 180º y preparamos un molde desmoldable que pincelaremos con aceite y espolvorearemos con harina. Si preferís podéis forrarlo con un papel de hornear. El diámetro del molde no debe ser muy grande. Yo use uno de 20 cm y me sobró, pero como no tenía otro más pequeño, utilicé este.
2.- Lo primero que hacemos es preparar la masa quebrada y para ello ponemos en el vaso de la thermomix, todos los ingredientes y mezclamos 20 segundos, velocidad 4.
3.- Sacamos la masa del vaso sobre una superficie enharinada y formamos una bola que estiraremos con un rodillo.
4.- Colocamos la masa en el molde y espolvoreamos la base con aji molido. Después ponemos dos lonchas de jamón york y encima el provolone que taparemos con las otras dos lonchas de york.
5.- Espolvoreamos con aji de nuevo y cerramos el masa, dándole la forma de un saquito. Yo volví a espolvorear con aji molido y hornee unos 20 minutos por abajo. Como cada horno es distinto, el tiempo es relativo y por eso cuando lo veáis dorado por arriba, es cuando estará hecho.
Espero que os guste!!
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