Mi peque (que ya no lo es tanto), es un devora alitas. Le encantan. Bueno he de decir que a los demás también, pero a él es el que más. Por eso, no me importa hacer de vez en cuando acompañadas de unas patatas fritas, que son su otra pasión.
Antes hacía las alitas fritas, pero nunca me gustaba el resultado porque tenías que tenerlas mucho tiempo en la sartén y unas se quemaban y otras quedaban más bien, crudas. Por eso, la opción del horno es la mejor, se hacen todas por igual y no están tan aceitosas. Y mientras da tiempo a hacer otras cosas...
Ingredientes (4 personas):
12 alitas de pollo limpias
adobo en polvo
una cucharada colmada de aceite de girasol
Preparación:
1.- Limpiamos bien las alitas de plumas que puedan quedar (yo lo suelo hacer con un soplete de cocina) y las lavamos bajo el grifo.
2.- Las escurrimos bien y las secamos con un papel de cocina, si es necesario.
3.- Ponemos en un bol el aceite y le añadimos el adobo en polvo y lo movemos con una cuchara, hasta que se sea una mezcla lo más homogénea posible.
4.- En una bandeja honda o fuente, vamos colocando una capa de alitas y regamos con el adobo. Así hasta que terminemos de poner todas las alitas. Si nos queda adobo en el bol lo volcamos y con las manos limpias movemos las alitas para que se impregnen bien del adobo.
5.- Las dejamos macerando en el bol, de 30 a 60 minutos.
6.- Pasado el tiempo, precalentamos el horno a 210º.
7.- Ponemos un lámina de hornear, vegetal o de silicona, sobre una bandeja de horno y vamos colocando las alitas.
8.- Cuando estén todas colocadas, las metemos en el horno de 20 a 30 minutos, arriba y abajo.
9.- Terminado el tiempo, las emplatamos acompañandolas de patatas fritas o hervidas o de berenjenas con miel o de ensalada o de la guarnición que más os guste.
Antes hacía las alitas fritas, pero nunca me gustaba el resultado porque tenías que tenerlas mucho tiempo en la sartén y unas se quemaban y otras quedaban más bien, crudas. Por eso, la opción del horno es la mejor, se hacen todas por igual y no están tan aceitosas. Y mientras da tiempo a hacer otras cosas...
Ingredientes (4 personas):
12 alitas de pollo limpias
adobo en polvo
una cucharada colmada de aceite de girasol
Preparación:
1.- Limpiamos bien las alitas de plumas que puedan quedar (yo lo suelo hacer con un soplete de cocina) y las lavamos bajo el grifo.
2.- Las escurrimos bien y las secamos con un papel de cocina, si es necesario.
3.- Ponemos en un bol el aceite y le añadimos el adobo en polvo y lo movemos con una cuchara, hasta que se sea una mezcla lo más homogénea posible.
4.- En una bandeja honda o fuente, vamos colocando una capa de alitas y regamos con el adobo. Así hasta que terminemos de poner todas las alitas. Si nos queda adobo en el bol lo volcamos y con las manos limpias movemos las alitas para que se impregnen bien del adobo.
5.- Las dejamos macerando en el bol, de 30 a 60 minutos.
6.- Pasado el tiempo, precalentamos el horno a 210º.
7.- Ponemos un lámina de hornear, vegetal o de silicona, sobre una bandeja de horno y vamos colocando las alitas.
8.- Cuando estén todas colocadas, las metemos en el horno de 20 a 30 minutos, arriba y abajo.
9.- Terminado el tiempo, las emplatamos acompañandolas de patatas fritas o hervidas o de berenjenas con miel o de ensalada o de la guarnición que más os guste.
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